- Una política social eficiente debe estar bien trazada, en este tema hay mucho por hacer, dijo el senador Alberto Galarza.
- El gobierno federal debe dejar de lado su visión neoliberal de reducir al Estado, rectificando y escuchando otras opciones.
- Movimiento Ciudadano ha impulsado el Ingreso Vital sin obtener otra respuesta más que el rechazo.
Al pronunciarse, en nombre de Movimiento Ciudadano, durante la glosa del segundo informe de gobierno en materia de Política Social, el senador Alberto Galarza, aseguró que la política social del país está mál diseñada y que su funcionamiento se esconde detrás de una triste actitud antitécnica lo que se traduce en una mala aplicación.
Como ejemplo recordó que el presidente propone para la Secretaría de Bienestar un aumento de 190 mil millones de pesos; esto es, más dinero y menos rendición de cuentas. “Esta combinación no empata con el discurso anticorrupción y, por el contrario, propicia las condiciones para la falta de transparencia. Desde Movimiento Ciudadano coincidimos en que la crisis estructural que enfrentamos requiere de más inversión social, nuestra crítica no es al incremento, es a la falta de rendición de cuentas, a la opacidad y a la ineficacia”, indicó.
El senador de Jalisco manifestó que lo expuesto por el presidente en su Segundo Informe de Gobierno es diferente a lo que demuestra la realidad de nuestro país. Reconoció que reducir las desigualdades es el tema de mayor urgencia a resolver en el mundo, dado que origina muchos de los males que padecen las personas, por lo que consideró que frente a este problema es el Estado, quien debe darle solución mediante políticas redistributivas.
Lamentó que los índices de desigualdad en México y los niveles de pobreza se han disparado en un obscuro panorama económico que ya venía manifestándose mucho antes de que un virus pusiera a prueba a todo el aparato del Estado. “Lejos de darle vuelta a una realidad que lacera a millones de mexicanos, con este gobierno lastimosamente, se ha agudizado”, aseveró.
Refirió que mientras el presidente dice que se atendieron a 23 millones de familias con sus programas sociales, y, tan sólo en el mes de agosto se crearon 93 mil empleos; CONEVAL advertía desde julio pasado, que cerca de 10 millones de personas podrían integrarse a la línea de pobreza por los efectos de la pandemia. Asimismo, agregó que el Producto Interno Bruto ha sufrido una caída de 18.9% en el último trimestre y que, en dichos del propio Secretario de Hacienda, ya nos estamos acabando los “guardaditos” que han servido para amortiguar los efectos de la catástrofe económica.
Expuso que una política social eficiente debe estar bien trazada, y aseguró que en este tema hay mucho por hacer. Deploró la decisión del gobierno de la 4T de no invertir en los problemas estructurales como la salud, la educación y la vivienda y en lugar de ello apuesta a refinerías, Tren Maya y rescatar a Pemex, restringiendo, además, proyectos de energía renovable con lo que cancelan la aspiración generacional de una oportunidad de subsistir como especie en el planeta.
De la misma forma manifestó que en esta administración, bajo el falso dilema de la austeridad, se ha ido reduciendo al Estado y se han ido desmantelando las instituciones que garantizaban el funcionamiento de programas de seguridad social. “Un ejemplo de ello son las estancias infantiles. Dar dinero sin infraestructura social, sin Estado de por medio, es no dar soluciones, es sentenciar a la trampa de la pobreza y de la desigualdad social a los sectores más vulnerables de la población. Abandonar a la niñez, a las mujeres y a las personas de la tercera edad a la mano invisible del mercado, sería motivo de orgullo para el más radical de los teóricos neoliberales”, subrayó.
Dijo que si esta administración en verdad quiere pasar a la historia como un gobierno de izquierda, un gobierno donde vayan primero las personas pobres, debe dejar de lado su visión neoliberal de reducir al Estado, rectificando y escuchando otras opciones. Recordó que Movimiento Ciudadano ha impulsado el Ingreso Vital sin obtener otra respuesta más que el rechazo.
Desde la tribuna envió un mensaje al presidente: “No hay política social más poderosa para reducir las desigualdades de fondo, que apostar por un Estado fuerte que garantice, presupuestal y operativamente, el acceso universal a los derechos, como la salud y la educación. Estamos a tiempo, está a tiempo. Presidente: si en verdad quiere pasar a la historia como un gobierno progresista, de transformación, que sea eficiente y responsable, debe comenzar a escuchar más y a dividir menos”, concluyó.